Visitante Número

jueves, 1 de agosto de 2013

Year.

El otro día volvía a asomarme por esa ventana. Qué curioso, ¿no? Y es que pude volver a saborear todos esos recuerdos sin ni siquiera proponérmelo. Una extraña sinestesia que sucumbe ante memorias escondidas.
Los segundos se agarran a sus alas y esperan a que el águila alce el vuelo. El libro, el color verde; el agua y la brisa.
El otro día volví a asomarme por esa ventana, y esperé a que se abriese la puerta.
No se puede echar de menos algo que nunca has tenido.
Pero sí. Había sido mío.

Quédate. De algún modo u otro, volveré.